La toxina botulínica es una neurotoxina producida por la bacteria Clostridium botulinum que se emplea en Medicina Estética para el abordaje de las finas líneas de expresión y las arrugas cutáneas.
Actúa sobre las terminaciones nerviosas neuromusculares a nivel bioquímico, sin dañar las fibras nerviosas. Consigue la parálisis o relajación temporal de los músculos sobre los que la inyectemos, así una menor movilidad de la piel que está sobre ellos y consecuentemente se reduce la formación de arrugas.
En función de la profundidad a la que la administremos, puede actuar también sobre las glándulas sudoríparas y sebáceas, estando indicada también en el tratamiento de la hiperhidrosis.
''Si la piel no se mueve, no se arruga''
Su efecto es temporal con una duración aproximada y dependiente de cada paciente de unos 6 meses, prologándose su efecto en el tiempo con la administración periódica.
Se trata de un tratamiento con el que observarás resultados inmediatos, con mejoría progresiva de esas arrugas de expresión que van acentuándose con la edad. Además, dado que se trata de un tratamiento mínimamente invasivo y prácticamente indoloro podrás recuperar tu ritmo de vida habitual en unas horas tras el tratamiento.
A tu disposición, un espacio único donde dedicarte ese tiempo para cuidarte por dentro y por fuera...
Primera consulta de valoración GRATUITA
Dra. Beatriz González Sanz - Medicina Estética, Regenerativa y Antienvejecimiento
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