Se trata de un tratamiento médico-estético que emplea un dispositivo mínimamente invasivo dotado de microagujas sólidas que abren pequeños orificios en la superficie cutánea, activando un proceso de fibrosis, proliferación celular y formación de nuevas fibras de colágeno y elastina, revitalizando y mejorando así la textura y el aspecto de la piel. 

Se puede combinar esta microperforación cutánea con la aplicación de distintos productos sanitarios, consiguiendo así que penetren hasta las capas más profundas de la piel donde se encuentran las células vivas y los vasos sanguíneos, confiriendo así sus beneficios en profundidad. 

Obtenemos así un efecto progresivo de inicio inmediato con mejora de las cualidades de la piel, observándose un tono más luminoso, un aspecto más jugoso y una piel más tensa y rejuvenecida. 

Este tratamiento está indicado para la mejora de algunos signos de envejecimiento como las arrugas superficiales, la laxitud cutánea o el tono heterogéneo; así como para el abordaje de inestetismos más específicos como las cicatrices atróficas, cicatrices postacné, estigmas de rosácea, alteraciones pigmentarias...

Podrás obtener los beneficios de este procedimiento sencillo y prácticamente indoloro en sesiones de corta duración y con un tiempo de recuperación de horas. Como efectos secundarios, pueden aparecer edema y eritema ligeros, con posible pelado superficial posterior de algunas zonas durante unos días, controlado con sencillos cuidados postratamiento.